Se trató de una inversión en la actividad ganadera más estable y segura: la cría de vacunos, desarrollada sobre un campo propio. Esta actividad se caracteriza por representar el modelo ideal de ahorro, con una ecuación riesgo-beneficio sumamente equilibrada. Significa tener una vaca que anualmente produce un ternero. La vaca se reproduce sin mayores riesgos, ni necesidad de nuevas inversiones o altos gastos.